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Historia de las apariciones en Garabandal.

Era el año 1961, el lugar un pequeño pueblecito, en las montañas cantábricas, al norte de España, llamado San Sebastián de Garabandal.
Trecientas personas vivían allí, al pie de la montaña, en unas ochenta casas de piedras. 
Éste pueblecito, estaba totalmente aislado de los demás de la región, y era muy primitivo. 
Las casas carecían de agua corriente, y la única fuente de calor, era una estufa en la cocina. Solo había electricidad, durante unas pocas horas de cada noche. 
Las comodidades del mundo moderno, como televisiones y coches simplemente no existían aquí, de hecho, no había  un solo motor en todo el pueblo. 
La gente se las arreglaba para ganarse la vida con la ganadería, teniendo que caminar horas para llegar a los pastizales en lo alto de las montañas. Toda la familia participaba en el trabajo, que consistía principalmente en recoger la hierba, que luego se utilizaba como alimento para los animales, durante los crudos meses de invierno.

Aunque Garabandal era el pueblo más pobre de la región, era también el mas religioso. 
Todos los días, una de las mujeres del pueblo iba por las calles, haciendo sonar una campana para recordar a los habitantes, rezar por los difuntos. 
Todas las noches, la gente se reunía en la pequeña iglesia para rezar el rosario, y las letanías de la Santísima Virgen María. 
Los fines de semana, el párroco de Cosío, hacía el difícil viaje a caballo hasta Garabandal, para celebrar la santa misa, y oír las confesiones. 
Éste era Garabandal en 1961, era tan solo una sencilla población cantábrica, que había permanecido sin cambios durante décadas, tal vez siglos; y era de esperar, que permaneciera así para siempre.


Éstas cuatro niñas eran tan típicas, como todas las demás del pueblo y vivían felices en su montaña.
Conchita González de 12 años, Mari Cruz González de 11, Jacinta González de 12 y Mari Loli Mazón también de 12 años. Aunque tres de ellas tienen el mismo apellido, no son parientes cercanas.

Aún no había empezado a anochecer, la tarde del 18 de junio de 1961, cuando las cuatro niñas, decidieron divertirse un poco, tomando manzanas del árbol del maestro de la escuela en las afueras del pueblo. 
Con alegres sonrisas tomaron las manzanas y se refugiaron en el camino rocoso que conduce a una pequeña arboleda de pinos, en una colina cercana, que mira hacia el pueblo.
De repente, mientras se deleitaban comiendo las manzanas, oyeron un sonido como de trueno. 
Comenzaron entonces a sentirse mal, por haberlas tomado sin permiso. De repente, Conchita hechó la cabeza hacia atrás, y sus ojos se quedaron mirando fijamente hacia arriba.
Al verla así, las otras empezaron a gritar, estaban a punto de correr a sus casas para avisar a sus padres, cuando les ocurrió lo mismo a ellas.


Un ángel, rodeado de una luz brillante, estaba ante ellas.
Parecía un niño de 9 años, pero al mismo tiempo, parecía estar dotado de una fuerza invencible. 
Tan rápido como había aparecido, desapareció, volviendo las niñas a su estado normal.
Temblando por la experiencia, las cuatro corrieron a la iglesia del pueblo. Un amigo las vio y les preguntó la razón de su palidez, "es porque acabamos de ver un ángel", contestaron. 
Al poco tiempo, todo el pueblo hablaba sobre lo ocurrido, aunque nadie creía que realmente, habían visto a un ángel.
Durante los siguientes días, las niñas vieron nuevamente al ángel y él les habló la primera vez, el 1 de julio. "Sabéis por qué he venido? Es para anunciaros que mañana, la Santísima Virgen, se os aparecerá como Nuestra Señora del Monte Carmelo".

Para entonces, la noticia de las apariciones, se había extendido a los distritos vecinos, y el día 2 de julio, una gran multitud esperaba la aparición de La Virgen María.
Al rededor de las 6 de la tarde, las niñas se encontraban en el lugar acostumbrado de las apariciones, cuando cayeron repentinamente de rodillas sobre las piedras.

Dentro de una luz brillante, vieron a una hermosa mujer entre dos ángeles. En uno de ellos, reconocieron al mismo que habían visto anteriormente, más tarde se enteraron, que era nada menos que San Miguel Arcángel. 
Arriba y hacia la derecha, vieron un gran ojo, dentro de un triángulo, que las niñas llamaron, el ojo de Dios.
Las niñas hablaron con su visión, sin el menor temor. Hablaban de sus familias, de los sacerdotes que estaban allí y en el trabajo que hacían en casa y en los campos. La señora sonreía. 
Conchita dijo que era como hablar con su madre, después de que hubiera estado lejos durante un viaje y acabara de regresar. 
Después del éxtasis, la gente naturalmente quiso saber como era la señora.
En su diario, Conchita nos da ésta descripción:


"La virgen viene con un vestido blanco, manto azul, corona de estrellucas doradas. No se le ven los pies. Las manos estiradas, con el escapulario en la derecha. El escapulario es marrón. El pelo largo, color castaño oscuro ondulado, la raya al medio. La cara alargada, la nariz alargada y fina. La boca muy bonita, con los labios un poquito gruesos. El color de la cara es trigueño, más claro que el del ángel, diferente a la vez, muy bonito. Una voz muy rara, no se explicarla. No hay ninguna mujer que se parezca a La Virgen, ni en la voz, ni en nada".

Pero existía un propósito detrás de éstas apariciones de la Santísima Virgen, quería utilizar a éstas sencillas y simples niñas para llevar un importante mensaje a toda la humanidad. Pero siendo la madre amorosa y tierna que es, lo hizo a su propia manera.
En su segunda visita, vino con su pequeño, un niño en brazos, llenándose ellas de felicidad, al ver al sonriente niño Jesús. 

Durante éstas primeras apariciones, se vio a las niñas levantando pequeñas piedras hacia el cielo, dijeron luego que La Virgen las besaba, pero añadieron que prefería besar objetos religiosos. La gente respondió entonces entregándoles rosarios, medallas, crucifijos y anillos de matrimonio, práctica que habría de continuar durante el transcurso de los acontecimientos. 

El cuatro de julio María les reveló su mensaje, diciéndoles que no deberían hacerlo público, hasta el 18 de octubre. 
La verdadera naturaleza de las apariciones, debería ser establecida primero para que el mensaje pueda ser creído. Se necesitaba una prueba, y pruebas habría en abundancia.
Varios médicos, hicieron pruebas a las niñas durante los éxtasis. Encontraron que estaban rígidas, frías como piedras e insensibles al dolor. También experimentaban un cambio increíble en su peso. Dos hombres, apenas podían levantar a una de ellas del suelo, mientras que ellas se levantaban entre si con toda facilidad para besar a la Señora de las Apariciones.

Las niñas sabían cuando iban a tener una aparición, mediante una serie de tres llamadas interiores que se hacían progresivamente más intensas. Después de la última salían corriendo, llenas de felicidad a su encuentro celestial. Las llamadas tenían lugar a cualquier hora del día o de la noche, pero si las niñas se habían ido ya a la cama, entonces La Virgen, respetaba su sueño. Conchita, debió permanecer muchas horas en vela, esperando la última llamada de la virgen.
Hacia finales de julio, la frecuencia de las apariciones, había aumentado a dos o mas en un solo día, con una duración desde diez minutos, hasta varias horas. Las caras de las niñas se transfiguraban adquiriendo una belleza sobrenatural. Algunos observadores se impresionaban tanto con ésto que les resultaba difícil mirarlas.

Agosto comenzó con nuevos fenómenos, durante las apariciones, cuando estaban de rodillas, se las podía ver de repente, caer hacia atrás hasta que sus cabezas tocaban el suelo. Aveces caían al unísono, en perfecta sincronización, formando bellas esculturas. Merece la pena mencionar, que nunca se les subió la ropa indecorosamente. En ocasiones caían totalmente rectas hacia atrás dando un fuerte golpe seco en el suelo que horrorizaba a los espectadores. Pero nunca se hicieron daño, levantándose luego sin el apoyo de sus manos o brazos.

Comenzaron entonces, los éxtasis ambulatorios, hacia adelante o hacia atrás y a través del pueblo, durante los cuales mantenían los ojos fijos hacia arriba todo el tiempo.

Véase como el pie de Mari Loli evita cuidadosamente, una piedra del camino.
Aveces se movían tan rápido que ni los más jóvenes del pueblo corriendo a toda marcha, podían alcanzarlas. Al terminar la carrera no estaban cansadas ni sudorosas y sus pulsos eran totalmente normales. Durante éstas carreras estáticas solían detenerse instantáneamente desafiando las leyes de la física, mientras que los que trataban de seguirlas pasaban junto a ellas incapaces de detenerse tan rápido.
Las niñas, siempre llevaban crucifijos en las manos y los ofrecían para ser venerados a aquellos que estaban a su alrededor. Nunca sabía quien besaba el crucifijo, ya que durante los éxtasis solo veían a su visión y a ellas mismas. Por orden de la virgen, sostenían el crucifijo para que lo besara todo aquel que María deseara. En una ocasión, después del éxtasis, Conchita se enteró que todos los que habían besado el crucifijo, eran sacerdotes vestidos de seglares.


El primer mensaje


Finalmente llegó el 18 de octubre, el día en que las niñas habrían de anunciar el tan esperado mensaje de la Santísima Virgen.
Era un día de apariencia apocalíptica, con rayos y truenos, lluvia y frío. No obstante, cientos de personas hicieron el sacrificio de estar allí, en ése día tan importante.
El tiempo pasó y muchos se fueron.
Finalmente el mensaje fue leído en voz alta en Los Pinos, a la multitud que aún permanecía allí.

"Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia. Tenemos que visitar al Santísimo pero con frecuencia. Pero antes tenemos que ser muy buenos; y si no lo hacemos, nos vendrá un castigo.Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande. La Virgen quiere que lo hagamos, para que Dios no nos castigue."

Muchos se alejaron decepcionados habiendo esperado algo más.
Pero ese fue el mensaje, corto y al grano.
La mas amorosa de las madres acababa de decirles a sus hijos, en un lenguaje claro y sencillo, lo que deberían hacer para evitar un castigo de Dios, que sobrepasaría cualquier cosa que el hombre pudiera concebir.

Los éxtasis de las cuatro niñas continuaron hasta entrados los meses de invierno.
Las llamadas vendrían a cualquier hora, de día  y de noche. La Santísima Virgen, tomaba muy enserio lo que había dicho en su mensaje, acerca de la penitencia y el sacrificio, pero una vez que las niñas habían entrado en éxtasis, no sentían nada.
Durante una copiosa nevada, grandes copos de nieve se acumularon sobre los brazos extendidos de Conchita, quien no se percato de ello. En otra ocasión, durante una granizada no se le afectaron los golpes de granizos que recibió sobre los ojos abiertos.
Las visitas de la Santísima Virgen y de San Miguel continuaron durante la primavera y el verano de 1962. San Miguel les traía la comunión invisible en aquellos días en que no había un sacerdote disponible para hacerlo. Les enseño como hacerlo con respeto.

Primero venía la preparación, luego la comunión y por último la acción de gracias.
Pero los sacerdotes, se mostraban escépticos acerca de éstas comuniones invisibles.
¿Cómo podían ellas, recibir la comunión de un ángel, cuando solo un sacerdote tiene la potestad de consagrar?. Las niñas se lo preguntaron al ángel, quién les contestó que él, tomaba las ostias de los tabernáculos de la tierra.
No existía un solo lugar en el mundo que pudiera compararse ni remotamente con Garabandal durante esa época.
La Santísima Virgen, parecía haberse apoderado del pueblo entero.
Conducía a las niñas por todas y cada una de sus calles, en ocasiones cantaban el rosario mientras caminaban, junto con las personas que las acompañaban.
Todos los hogares fueron visitados.
Cuando las niñas durante un éxtasis, llegaban a una casa en la que había alguien enfermo en cama, se arrodillaban para rezar, ofreciéndole el crucifijo. Para entrar en la casa de alguien que hubiese enviudado, recitaban oraciones delante de la foto del difunto o hacían la señal de la cruz sobre la cama vacía. También iban al cementerio, donde extendían el crucifijo a través de las barras, de la reja de entrada.
Acontecimientos de la mayor importancia se estaban desarrollando en ésta pequeña población española. Aunque nadie se dio cuenta en ese momento, la Santísima Virgen María nos estaba preparando para la tormenta que estaba a punto de desencadenarse sobre la iglesia. Ella había venido personalmente para reafirmar todas las verdades y enseñanzas de la iglesia. Todo cuanto María hizo con las niñas estaba infundido de profundo significado para todos los cristianos.

Durante los éxtasis oraban en las mas variadas posiciones de rodillas, de pie, sentadas, caminando o acostadas. La virgen nos estaba recordando que podemos estar siempre, con Dios y con ella, sin importar donde estemos ni lo que estemos haciendo.
Nuestro señor y nuestra madre del cielo quieren formar parte de todo cuanto hacemos, tanto si estamos en casa, en nuestro trabajo o conduciendo un coche.
Cuando los taxis que traían a la gente a Garabandal aparcaban en el pueblo, las niñas en éxtasis, se acercaban y trazaban la señal de la cruz, sobre el parabrisas con los crucifijos. Nada era insignificante para la Virgen. "Se interesa hasta por nuestras vacas", dijo una vez Mari Loli después de un éxtasis.
María nos enseño a través de las niñas, como debemos actuar con nuestros vecinos. Si una de las niñas perdía un zapato durante las caminatas por el escabroso terreno, la Virgen le pedía a otra que se lo pusiese.
Aveces las niñas se separaban mientras iban en éxtasis por el pueblo. Al encontrarse de nuevo en otro lugar, se abrazaban todavía en éxtasis. Siempre que caminaban juntas en éxtasis lo hacían tomadas de la mano o el brazo.
¿Y quién era ésta señora de luz, actuando tan poderosamente en la pequeña población de Garabandal?
Aquellos que nunca lo entendieron claramente, han debido tan solo fijar su mirada sobre la cruz que ella les ordenaba ofrecer a los presentes.
Ella era la madre de Cristo con un solo deseo, llevarnos a todos hacia su hijo Jesús, el salvador de la humanidad. Es María, la madre solo de los católicos?
En una ocasión un protestante se acercó a Conchita, quería saber si podría besar el crucifijo, la próxima vez que ella lo ofreciera para ser venerado durante un éxtasis.
Conchita que había sido educada en un ambiente totalmente católico, se lo preguntó con preocupación a la virgen durante la siguiente aparición.
María dirigió su mirada al hombre y dijo: "Él es mi hijo también" y actuando a través de la niña, hizo llevar el crucifijo a los labios del protestante.
Ante todo ésto, las niñas debieron sentir que estaban en la antesala del cielo, pero no habría de ser así. Ellas, como todos los demás, tenían todavía sus vidas por vivir, en un mundo real y difícil, cada vez peor con cada día que pasa.

La noche de los gritos


El 19 y 20 de julio de 1962, fueron dos días que difícilmente puedan ser olvidados en los anales de Garabandal. Durante un éxtasis, se oyó gritar de terror a las niñas; se había levantado el velo permitiéndoseles dar una mirada a los acontecimientos del futuro. Vieron confusión por todas partes y a la iglesia perseguida en un mundo por el comunismo. En el momento en que las cosas eran peores, se les dijo que Dios enviará un aviso sobrenatural que será sentidos por todas las personas de la tierra.
 Entonces, a pesar de hallarse en la presencia de la Santísima Virgen, se sintieron sobrecogidas de terror al ver escenas del futuro castigo que será enviado por Dios, si el mundo no cambia, después del Aviso y el Milagro.
A pesar de que, a petición de la Santísima Virgen, las personas que estaban allí, casi todo el pueblo, habían permanecido a alguna distancia de las niñas, se sintintieron tan sobrecogidos por los gritos y las expresiones de las niñas, que al día siguiente, el pueblo entero confeso y comulgó.


El milagruco


Durante algún tiempo, las niñas habían suplicado a la Santísima Virgen y a San Miguel, obrar un milagro para convencer a aquellos, que aún no creían. Finalmente San Miguel dijo a Conchita que en un día específico, según lo había determinado la Virgen, la comunión invisible que ella recibía, se volvería visible sobre su lengua. Conchita, lo llamó alegremente "milagruco", ya que ella pensaba que la ostia que recibía, era siempre visible.
Varios centenares de personas se encontraban en el pueblo, cuando finalmente, llegó el día anunciado por Conchita, con 15 días de anticipación. Pero la espera fue larga y cansada, muchos se descorazonaron y se fueron.

Entonces, al rededor de la 01:30 de la madrugada del 19 de julio, Conchita salió de su casa en éxtasis, dio la vuelta a la esquina, y con la multitud apretándose contra ella, cayó de rodillas en una calle vecina. Conchita, sacó entonces la lengua. Aquellos que estaban a poca distancia de ella, afirman que estaba vacía. De repente, más rápido de lo que puede detectar el ojo humano, una ostia blanca y brillante se materializó, sobre la lengua de la niña. Un hombre de negocios de Barcelona, con una cámara de cine prestada, y sin mas iluminación que la que le prestaba una linterna de pilas, rodó algunas escenas, mostrando la ostia sobre su lengua.
Era éste un milagro anunciado con anterioridad y registrado en una película, que servía de prueba, de la autenticidad de los acontecimientos de Garabandal.


Los grandes acontecimientos proféticos.


Miremos ahora los grandes acontecimientos profetizados en Garabandal.
Primero vendrá el aviso, será visto en el cielo y luego sentido interiormente por todos en la tierra.
Nadie escapará a él.
En algún momento, en un futuro, no muy distante, cuando el mundo se encuentre en medio del caos, todo se suspenderá.
Durante ese momento, todos verán el mal que han hecho, y el bien que han dejado de hacer.
Será muy doloroso. La gente preferiría morir, antes que soportarlo. Pero no causará daño físico.
Si alguien muriese, sería solo, como resultado del shock recibido.
El aviso servirá de purificación, para corregir la conciencia del mundo, y prepararlo para el gran milagro.

El milagro tendrá lugar en los nueve pinos.
Ocurrirá un jueves, a las 8:30 de la noche, entre el 8 y 16 de marzo, abril o mayo.
Conchita conoce la fecha, y la anunciará al mundo, con 8 días de anticipación. Será el día de un mártir de la Eucaristía y coincidirá con un gran acontecimiento de la iglesia.
Todos aquellos que estén en el pueblo o en los alrededores los verán. Los enfermos que estén presentes se curarán, los pecadores se convertirán y los incrédulos creerán.
Como resultado del milagro, Rusia se convertirá.
Después del milagro, quedará una señal sobrenatural visible y permanente, que perdurará hasta el final de los tiempos. Si después del milagro, el mundo no cambia aún, entonces Dios enviará un castigo, será peor que cualquier cosa, que el hombre pudiera imaginar y estará en línea con lo que merezcamos por nuestros pecados.



El segundo mensaje

El 18 de junio de 1965, miles de personas llenaron la pequeña población de Garabandal, para presenciar el éxtasis de Conchita, y oír el segundo y último mensaje de la Virgen.
De nuevo tendrían que esperar. Ya tarde, siendo de noche, Conchita entró en éxtasis, ofreció el crucifijo a tres personas, para que lo besaran. San Miguel, le dio entonces el mensaje de la Santísima Virgen.

"Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo,
mi mensaje del 18 de octubre, os diré que éste es el último.
Antes, la copa se estaba llenando, ahora esta rebosando.
Muchos Cardenales, Obispos y Sacerdotes, van por el camino de la perdición,
y con ellos llevan a muchas mas almas.
A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia.
Debemos evitar la ira de Dios sobre nosotros, con nuestros esfuerzos.
Si le pedís perdón con vuestras almas sinceras, Él os perdonará.
Yo, vuestra madre, por intercesión del Arcángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis.
Ya estáis en los últimos avisos.
Os quiero mucho, y no quiero vuestra condenación.
Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos.
Debéis sacrificaros mas. Pensad en la pasión de Jesús."


El 13 de noviembre de 1965, fue un día de alegría y tristeza a la vez para Conchita.
La Virgen se apareció con el niño, pero habría de ser por última vez en Garabandal
Como ya se ha indicado, ésta sería una aparición especial para besar objetos religiosos de los que Conchita tenía muchos. Después de besarlos, la Virgen dijo:



"A través del beso que he dado a éstos objetos, 
mi Hijo hará prodigios, distribúyelos a otros.
Háblame Conchita, háblame de mis hijos, a todos los cobijo bajo mi manto.
Ésta será la última vez que me veas aquí, pero siempre estaré contigo, y con todos mis hijos.
Conchita, por qué no vas a visitar a mi hijo al sagrario ? él te espera día y noche."

Conchita le dijo:

"Soy tan feliz cuando los veo, por qué no me llevas contigo al cielo ya?", a lo cual ella respondió:
"Recuerdas lo que te dije, el día de tu santo ? Cuando te presentes ante Dios, tus manos deberán estar llenas de buenas obras, hechas para tus hermanos y para su gloria. En éste momento, tus manos están vacías."

Todo había terminado, los momentos felices, en los que Conchita había estado con su madre celestial, y con el niño Jesús, habían concluido, aunque todavía sentía su presencia.
Conchita dijo: "Han dejado mi alma de paz y felicidad, con un gran deseo de vencer mis faltas y amar con todas mis fuerzas los corazones de Jesús y María, que tanto nos aman.

Lo que la Virgen dijo acerca de los objetos besados, se ha vuelto realidad.
Continúan recibiéndose informes de todo el mundo sobre casos de curaciones físicas y de otros favores recibidos. Muchos de ellos han venido de una medalla que Conchita dio a Joe Lomangino, y que ha sido venerada, por miles de personas, en todo el mundo, durante los muchos años de actividad apostólica de Joe.

Acontecimientos médicos.


¿Y qué dice la ciencia de los acontecimientos de Garabandal?
Mas de cuarenta médicos han examinado a las niñas en diferentes momentos.
El pediatra Dr.Celestino Ortiz, las estudió durante veintidós días consecutivos. Fuera de los éxtasis las encontró y equilibradas.
Sobre sus éxtasis dijo: "Permanecer en silencio, sería una auténtica cobardía científica, no encontramos ninguna explicación satisfactoria para tales fenómenos.

El Dr. Ricardo Puncernau, era un neuropsiquiatra de reconocimiento internacional en el clímax de su carrera, efectuó los más exhaustivos exámenes a las niñas, en un período de 12 días.
Sus conclusiones:
La cantidad y calidad de los fenómenos, excluyen cualquiera explicación natural dijo. Desde un punto de vista estrictamente científico, no se puede negar la posibilidad de un origen sobre natural en todos estos fenómenos.

Otro eminente psiquiatra conectado a los acontecimientos es el Dr.Luis Morales. En 1961 tenia su propia clínica en Santander, donde el obispo le nombro jefe de la comisión creada para estudiar las apariciones. En ese momento él no creía en el origen sobre natural de éstas, mas tarde, el mismo Dr.Morales, sorprendió al cambiar su opinión original.
El 30 de mayo de 1983, con autorización del obispo de Santander dio una conferencia pública, en el salón de actos más grande de Santander.
Durante la misma expuso ante la multitud, las razones por las cuales, estaba convencido de que las apariciones de Garabandal, eran dignas de creer.


Desde los primeros días de las apariciones, las niñas quisieron ingresar en la vida religiosa, sin embargo ésto no ocurriría. Durante su estancia en el colegio de Las Carmelitas Misioneras en Pamplona, Conchita tuvo una locución de Jesús, durante la cual le dijo, que no era su deseo que fuera religiosa sino que debería permanecer en el mundo, para hablar de María.


Hoy día las cuatro videntes se han casado.
Conchita, Jacinta y Mari Loli se casaron con norteamericanos, y viven en EEUU.
Mari Cruz permaneció en España y en 1971 se casó con Ignacio Caballero, viven en Aviles y tienen cuatro hijos.
Conchita se caso en 1973 con Ptric Kina de Nueva York, donde viven con sus cuatro hijos.
Mari Loli se caso en 1974 con Francis la flaur, de Masachuset, tienen tres hijos.
Jacinta se caso en 1976 con Jefri Monijan de la marina de los EEUU, tienen una hija.






El principal propósito de la Santísima Virgen al aparecerse en Garabandal fue entregar un mensaje, pero además de éste mensaje, hizo un énfasis tan especial en otros puntos,  que éstos llevan mensajes implícitos en si mismos.

La especial importancia de la santa Eucaristía fue resaltada con la comunión invisible, que San Miguel daba a las niñas y por el milagro de la ostia visible, al igual que por las muchas visitas al Santísimo Sacramento.
Se pudo observar, que durante éstas visitas , las niñas nunca dieron la espalda al sagrario e incluso saliendo de la iglesia, caminaban hacia atrás.
Durante todo el período de acontecimientos, la virgen urgió constantemente a rezar por los sacerdotes.

La Virgen escogió aparecerse bajo la advocación de Nuestra Señora del Monte Carmelo, estrechamente ligada al escapulario marrón.
Habló de su importancia y lo llevó siempre en su brazo durante las apariciones.
El escapulario es un signo de consagración a Nuestra Señora Vendita .
Aquellos que lo lleven con fe y devoción, pueden estar seguros de su maternal protección durante los terribles días en que vivimos y en el momento de la muerte.

El rosario fue algo muy importante en los acontecimientos de Garabandal.
María no le pedía a las niñas que lo recitaran durante las apariciones, se lo ordenaba.
Les enseño primero los misterios y luego como decir las oraciones lentamente, pensando en lo que decían. Una vez que lo aprendieron, solo las acompañaba durante el Gloria.

El significado de los sacramentales como crucifijos, rosarios, medallas y anillos de matrimonio, fue subrayado por el deseo de la Virgen de besarlos impartiendo a través de ellos gracias especiales de curación y conversión.

El mensaje de Garabandal es la respuesta del cielo, a la crisis de hoy, la decisión es nuestra ahora, el futuro de nuestra generación dependerá a como respondamos a los mensajes.


Fuente de información: Relato de Francisco Lestes (Youtube)



Los Pinos



En tiempos de Serafín González, abuelo paterno de Conchita y alcalde del pueblo, se hizo una plantación de pinos y robles, de los que una parte caducó excepto los nueve pinos. Intervinieron los niños del pueblo, y se hizo en honor a la Primera Comunión de éstos; ésta plantación fue bendecida por el párroco Don Ángel Cosío Vélez. Los pinos de éste modo, ya desde su plantación tienen relación con la Eucaristía. Desde entonces es un lugar muy querido por Dios.

para ver video de la capilla clic en la imagen
Dice Conchita: "La primera comunión que tuvimos del Ángel, la recibimos Mari Cruz y yo, en Los Pinos a las cinco de la madrugada. A las seis de la misma mañana comulgaron Loli y Jacinta, allí cerca de donde está ahora la capilla de San Miguel, donde "la piedra del Ángel".

De éste modo la primera comunión mística en Garabandal tuvo lugar en Los Pinos, un lugar predilecto de Dios. Las niñas preguntaron a la Santísima Virgen si en aquel lugar se construirá una gran iglesia, y ella dijo: "No, éste lugar es sagrado, Dios ama mucho éste lugar. Quiero que se construya aquí una Capilla en honor a San Miguel. La gran iglesia se construirá en el valle".

La Virgen dijo que éste lugar de Los Pinos es muy querido por Dios, un lugar Sagrado, donde quedará la Gran Señal de la presencia de Dios después del Milagro y para siempre. Por ésta razón la gran Iglesia no se construirá en Los Pinos, sino en el valle, y en Los Pinos se construirá una capilla en honor a San Miguel.



Fuente de información: VirgendeGarabandal. Org



Carta de Conchita González en 2011


Con motivo del 50° aniversario de Las Apariciones de la Virgen en Garabandal, Conchita le envía una carta al párroco del pueblo, Padre Rolando, en la que reafirma el segundo y último mensaje del 18 de Junio de 1965, que la Virgen le trasmitiera a la vidente.




Transcripción de la carta:

Ave María

Mayo 17,2011.
Querido Padre Rolando,

Me uno a la celebración de los 50 años de los acontecimientos de Garabandal. Para mi es el cincuentenario de belleza en éste mundo. Doy gracias a Dios por haber sido parte de tal experiencia, imposible de explicar, pero que selló en mi alma, la Fe segura, llena de esperanza.

Gracias P.Rolando, por darme la oportunidad de REPETIR el mensaje de Nuestra Madre ahí en el pueblo.

El Ángel ha dicho:

"Como no se ha cumplido, y no se ha hecho conocer mi mensaje del 18 de octubre, os diré que éste es el último. 
Antes la copa se estaba llenando, ahora está rebosando.
Los sacerdotes, obispos y cardenales van muchos por el camino de la perdición, y con ellos llevan muchas más almas. 
A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia, debemos cortar la ira de Dios con nuestros esfuerzos. 
Si le pedis perdón con vuestras almas sinceras, Él os perdonará.
Yo, Vuestra Madre, por intercesión del Arcángel San Miguel os quiero decir que estáis en los últimos AVISOS.  
Os quiero mucho, y no quiero vuestra condenación.
Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos.
Debéis sacrificaros más, pensad en la Pasión de Jesús".

Padre Rolando, no puedo decirle nada más importante que el mensaje de Nuestra Madre.
En unión de oraciones.

Conchita.




Fuente de información: VirgendeGarabandal.com 



El sagrado corazón de Jesús en Garabandal



En Garabandal, el Sagrado Corazón de Jesús solo se apareció en una ocasión a Jacinta, el día 30 de junio de 1961, es decir antes de que vieran por primera vez las cuatro niñas a la Virgen.

Jacinta vio al Señor, de pie sobre una nubecilla blanca, vestido con túnica blanca y manto rojo, dejando ver sobre la parte izquierda de su pecho su Corazón, de color rojo intenso, que despedía rayos blancos y dorados.
No habló a la niña. Con su mano izquierda señalaba su Corazón, mientras le hacía señas, con la derecha, para que se acercara.
Jacinta obedeció, y quedó deslumbrada por la belleza y resplandor de sus vestidos, más aún que de su persona. Dos cosas le impresionaron de un modo indeleble para el resto de su vida: la mirada de Jesús y su porte majestuoso. Aquella mirada penetraba hasta lo más profundo del alma de un modo que no lo puedo explicar, aquel mirar del Señor estaba impregnado de un Amor inmenso.

Dice Jacinta que no hubiera podido estar así mucho tiempo porque su alma se habría ido con Jesús. La visión del Sagrado Corazón en Garabandal le impresionó más que la de Nuestra Señora y a pesar de que no le ha vuelto a ver, cada vez que ve su imagen o habla de Él, tiene una fuerte sensación dentro de sí como de ver a alguien muy querido que no es capaz de explicar.

"La visión siempre ha permanecido viva en mi mente. Recuerdo habérselo dicho a mi madre, cuando dudaba si había visto a la Virgen y al Ángel; pero de esta visión del Sagrado Corazón, aunque me fuese a morir, yo insistiría en que fue verdad. Es algo de lo que nunca dudé."



Fuente de información: www . garabandal.org.es




El santo rosario en Garabandal





La Virgen, como Madre, enseñó a las niñas en Garabandal a rezar. 

"Rezábamos el rosario, viéndola a Ella; y Ella rezaba con nosotros para enseñarnos a rezarle bien". 

Pedía a las niñas que rezasen el rosario e insistía que no se debe rezar apresuradamente y sin atención sino, lenta y atentamente. Fue un 18 de agosto cuando la Virgen enseñó a las niñas a rezar todo el rosario. Nuestra Señora señalaba la necesidad de pensar acerca de las palabras que se rezan más que la cantidad de palabras que se decían

"La Virgen nos enseñó a rezar la letanía, y los misterios del rosario que no los sabíamos. Ella sólo rezaba el gloria; si empezó con los otros rezos, fue para enseñarnos." 


Dice Conchita: 

-- El Rosario es una parte muy importante del Mensaje de la Virgen en Garabandal. 

 La Virgen, personalmente, enseñó a las niñas: Dice Conchita en su diario que ya el primer día que la vimos:

 -- Rezamos el rosario viéndola a Ella. Ella rezaba con nosotras para enseñarnos a rezarlo bien. 

 El 18 de Agosto de 1961: 
Lo primero que nos dijo fue que recemos el Rosario y nosotras, como nunca le habíamos rezado delante, nos dijo Ella:

-- Yo voy a rezarlo delante y vosotras me seguís. 

Ella rezando muy lento. 
Ella decía "Santa Maria" y nosotras decíamos "Santa María", rezábamos así. Cuando nos tocaba "Dios te Salve María", pues igual que se reza el Rosario, pero todo muy despacio, y la Salve nos mandó cantarla y nosotras la cantamos. 

Debemos pensar lo que rezamos; rezar es hablar con Dios y la Virgen. Cuando decimos el Padre nuestro o el Ave María estamos hablando con Dios y la Virgen y hay que decirlo como cuando hablamos con una persona a quien amamos mucho, despacio y con corazón. 

Don Valentín Marichalar, el párroco, dice que un sacerdote, al oir a las niñas videntes rezando el Rosario, dijo: 
-- No necesito otra prueba. En ningún Seminario o Institución religiosa nunca he visto ni oído un Rosario como el que se reza aquí con las niñas en éxtasis.


Jacinta en éxtasis 
Dice Simón, el padre de Jacinta: 

Cuando más me emocioné fue la noche de la Encarnación, porque yo pensaba: 
-- Esto, si es cosa de Dios, el día de la Encarnación tiene que haber algo especial.

Llegó el día 24 de marzo de 1962. A las doce de la noche cayó Jacinta en éxtasis en casa, salió a la calle y nosotros con ella. Fue al portal de la iglesia, estuvo un poco allí y se fue a casa de Ceferino adonde había poca gente. Era ya cerca de la una cuando cae Loli en éxtasis también. Salieron a la calle las dos y salíamos con ella y, al salir a la calle, pasaba Conchita en éxtasis con su familia y se juntaron allí las tres. Van al portal de la iglesia y comienzan a rezar el rosario. Empezaron a cantar los misterios, lo que no habían hecho nunca. ¡Unas voces angélicas!. Y lo que más me emocionó es cuando dijeron: 
-- Dice la Virgen que canten todos en voz alta. 

Yo cantaba con una emoción grandísima. Todo el que pudo salir de la cama, salió. Cuando se terminó el rosario, todo el pueblo estaba allí. Anduvieron varias veces por las calles, un rosario cantado es largo. Todo el pueblo estaba emocionadísimo. Después de rezar el rosario yo dije para mi: 
-- Mira, para la Encarnación deberían cantar unos cantares. 

Es como si adivinasen mis pensamientos, porque se pusieron a cantar cánticos muy bonitos y cuando cantaban los del Ave María, nosotros también cantábamos: ¡Ave, Ave!, ¡Ave María!. 

Sobre este día dice Maximina en una carta: 

Pero lo más grande fue el domingo, día de la Encarnación. Empezaron a las nueve y media de la noche y terminaron a las doce. Empezaron el Rosario cantado; luego dijeron que decía la Virgen que cantara toda la gente. Mire, cantábamos todos con una emoción bárbara; no se lo pueden figurar. Fuimos cantando al cementerio; allí, de rodillas, rezaron un misterio; era a la puerta, cuando en esto Conchita que estira un brazo, con el crucifijo en la mano, a través de las rejas de la puerta, y parecía que le estaba dando a besar. Conmovía. Hasta a los corazones más duros. Luego volvimos otra vez por el pueblo, cantando hasta terminar. Se cantó la Salve, el "Cantemos al Amor de los amores", y luego otros cantares que discurrían ellas estando en éxtasis; y decían ellas: 

-- ¡Ay, qué contenta está la Virgen, porque hay mucha gente!; ¡Cómo sonríe y cómo nos mira a todos!. 

Rosario cantado a la vez en los Pinos y en el Pueblo. 

El 28 de Julio de 1962 las cuatro niñas videntes cantaron el Rosario pero lo extraordinario fue que dos de las niñas estaban en los Pinos y las otras dos en el pueblo pero ellas lo cantaban a la vez, como cuando estaban juntas, y aquel rezo simultáneo que se oía a la vez en lo alto, en los Pinos, y en el pueblo fue una escena maravillosa. 

El 7 de Octubre de 1961, fiesta de la Virgen del Rosario, también rezaron un Rosario maravilloso y cantaron cánticos que ellas mismas componían y la Virgen las ayudaba. El mismo día del año siguiente, 1962, Conchita anduvo por el pueblo una hora cantando el Rosario de un modo precioso. Decía Aniceta, su madre: 

-- que su hija, en estado normal, cantaba mal pero en éxtasis se transformaba y lo hacía de maravilla. 

Un suceso singular tuvo lugar a primeros días de noviembre de 1962.

 En este mes de noviembre, la atención de las niñas a favor de los difuntos no podía faltar. De aquí, sus visitas en éxtasis al Cementerio. 


Conchita y Mari Loli en éxtasis

Dice Maximina en una carta (6-XI-62): 

«Ahora es, muchos días, el rosario cantado por el pueblo. Conchita va mucho al cementerio, y el otro día fueron ella y María Dolores. Andaban cantando el rosario; ahora nos mandan que cantemos todos, y fuimos con ellas al cementerio; allí dejaron de cantar y rezaron con muchísima devoción; nunca entran dentro, pero ese día abrió Conchita la puerta y entramos. ¡Ay!, ¡no saben el respeto tan grandísimo que nos dio a todos!» 

En Garabandal, era una bendición este recuerdo diario que se tenía de las Almas del Purgatorio; al atardecer, todos los días, salía una mujer del pueblo tocando una campanilla para que todos rezasen por las Almas del Purgatorio. 

Un Rosario maravilloso sobre la nieve. 

Una noche, Conchita tenía ya dos llamadas, por lo que la entrada en trance de la niña podía esperarse de un momento a otro. Aniceta nunca la dejaba sola en tales circunstancias, y menos de noche; pero en aquella ocasión se le arreglaba muy mal el quedarse ella misma pendiente de Conchita; rogó entonces a Aniceto que, en vez de ir a acostarse, se quedara al lado de su hermana. Hacia las dos y media de la madrugada, Conchita cayó en éxtasis y salió de casa. Cetuco tomó una linterna y la siguió. Era una noche de invierno, blanca por la nieve y rigurosamente fría. Como volando por encima de toda aquella blancura, Conchita hizo presurosa el difícil camino de los Pinos. A Cetuco se le quitó el frío con su esfuerzo por seguirla. Un rato más tarde, Aniceta, bien abrigada, se echó igualmente a la calle para reunirse con sus hijos. Era impresionante el frío; pero más aún, el silencio de todo y el apagado resplandor de la nieve. Cuando, al fin jadeante, llegó a los Pinos, Aniceta quedó como muda ante la escena que veían sus ojos: allí estaban, sobre la nieve, sus dos hijos, de rodillas y rezando. 
Conchita absorta en su Visión dirigía el Rosario; Cetuco, con toda devoción iba respondiendo. Al cabo de un rato, Conchita se levantó; entonces la madre se adelantó a bajar, para prepararle de algún modo el camino, apartando la nieve en los pasos más difíciles. Fue una precaución inútil, pues la niña, ¡de rodillas y de espaldas!, se deslizaba hacia abajo sobre aquella capa blanca, como siguiendo una trayectoria que invisiblemente se le trazase. Tan extraordinaria marcha estática fue a terminar detrás de la casa materna, en la calle o callejuela que meses más tarde había de ser escenario del "milagro de la comunión visible".




Los cantos de las niñas videntes, mientras recorrían las calles del pueblo en éxtasis, y en compañía de los testigos de la época. 


Fuente de información: www. Garabandal.it , Virgen de Garabandal.org ,


3 comentarios:

  1. Excelente relato... Muy informativo.. Gracias.. Ha aumentado mi fe.

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  2. Si,, yo también creo que Argentina y España estarán unidas Espiritualmente por Garabandal y que la pirámide es de Egipto,, el hombre de gris,, Amenophis
    Mayo 2021 AVISO,, leer mensaje de Jesús al Padre Pío y hacer eso despues de los 7 días de la Cruz Blanca en el cielo.
    Comienzo de la época de tribulación.

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